martes, 9 de diciembre de 2014

Honda, primer ciudad que realizo huelga ferroviaria

LA HUELGA DEL FERROCARRIL DE LA DORADA
Tocó en suerte a la ciudad de Honda ser teatro de la primera huelga
ferroviaria en Colombia.
 Examinar y concretar las causas que la motivaron, es cosa sencilla por cuanto
entre nosotros no existen aún las complicaciones sociales que motivan éstas en
Europa.
 La compañía del ferrocarril de La Dorada —empresa extranjera— ha venido
nombrando para administración de éste, a individuos que no han sabido captarse
la simpatía de sus subalternos y ni aún del comercio con el cual se relacionan sus
intereses.
 Frescos están aún los sucesos que motivaron entre el pueblo la indiferencia de
Mr. Miller ante los justos reclamos de aquél, cuando aun siendo ese señor
Administrador de la Empresa fueron cometidos tantos atropellos y abusos contra
las pequeñas propiedades adyacentes a la línea férrea.
 Fue retirado Mr. Miller y vino en su reemplazo el apreciable caballero inglés
Mr. U. Warren, quien se granjeó la malquerencia del pueblo con la inmotivada
destitución de varios empleados honrados de comprobada competencia, por su
larga y honrada práctica en las oficinas del ferrocarril, para reemplazarlos con
individuos de fuera. Últimamente, y para culminar, el mismo Administrador
rebajó considerablemente los sueldos y jornales, llegando estos últimos a la
exigua suma de $ 0.40, sin tener siquiera en consideración a los empleados,
residentes en el insalubre clima de La Dorada, recargándoles además el trabajo,
con la reducción del personal.
 Estos los principales motivos que ocasionaron la huelga de los empleados y
trabajadores en toda la línea del ferrocarril de La Dorada y a los cuales se
adhirieron, por simpatía, los artesanos y obreros de Honda, compartiendo con
aquéllos responsabilidades y vigilias.
 Fue el señor Carlos A. Rueda, mecánico de profesión, el organizador y
dirigente de la huelga, y a su autoridad se debió en parte la cordura de los
huelguistas.
 No sólo ha sido timbre de honor para los honrados la confraternidad en el
momento de infortunio de unos cuantos, sino también la cordura y aplomo con
que respaldaron su digna actitud de protesta ante las injusticias de una
Compañía extranjera; pues es de advertir que sistemáticamente prescindieron
del licor y procederes violentos, tanto de hechos como de palabra. Asumieron
una actitud verdaderamente ordenada y pacífica. Fue el exponente de un pueblo
civilizado. Tanto es así que el Mayor, señor Aristides Heredia, jefe de la fuerza de
aquella ciudad, a pesar de haber recibido orden (por falta de información) de
impedir violentamente que los huelguistas se opusieran al envío de un tren que
condujera los pasajeros y el expreso demorados en La Dorada, no halló motivos
para atacar al pueblo, pues que no advirtió hostilidad de parte de éste que
justificara la actitud ordenada; antes bien, los huelguistas, en atención a dichos

pasajeros, se ofrecieron para conducir el tren de La Dorada a Honda, mas a esto
se negó la Administración. Así lo comunicó el señor Heredia.
 Aunque en un principio las exigencias de los huelguistas eran un tanto
excesivas, hubieron de limitarse a pedir el aumento de salario, medio sueldo y
auxilios en caso de enfermedad, garantía de no ser destituidos inmotivadamente,
como también la destitución del Superintendente, señor Horacio Sanín, a quien
generalmente le consideran culpable de éstas y otras injusticias contra los
intereses del pueblo de Honda, por lo cual no goza de simpatías.
 Para solucionar tal situación, una comisión formada de miembros del Consejo
Municipal, del Comercio y un designado por los huelguistas, se dirigió a Mariquita
a conferenciar con Mr. Warren; el resultado de la conferencia fue satisfactorio
para los últimos en cuanto al aumento de salario, comprometiéndose el
administrador a reconocer el 20 por 100 más en los sueldos y jornales; también
obtuvieron éxito en las demás peticiones apuntadas, menos en la de destitución
del señor Sanín, y aunque se mostraban inflexibles ante esta negativa, hubieron
de ceder al fin guiados por el bien general.
 Terminó, pues, el 11 del presente la huelga que tan justa como dignamente
sostuvo el pueblo durante tres días, dando una nota muy alta de la comprensión
de sus derechos y de sus deberes, como ciudadanos de una República.

 El alcalde de Honda, señor General Valencia, demostró una vez más su tino
como primera autoridad municipal; con razón goza de simpatías.
Juan Antonio Torres
Bogotá, Diciembre 16 de 1917.
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Tomado de:
http://www.lafulminante.com/articulos/30890857-Gente-muy-rebelde-1-Renan-Vega-Cantor.pdf
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GENTE MUY REBELDE
RENA VEGA CANTOR
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Control del ferrocarril y de los medios de transporte regionales. Monopolización de ... Huelgas y protestas en Honda y La Dorada (1905-1929). ANEXO: No. 3.

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