lunes, 12 de octubre de 2015

Honda por Augusto Trujillo Muñoz (28 de enero de 2005) El Tiempo

HONDA

La ciudad de los puentes tiene sus raíces envueltas entre la historia y la leyenda. Su nacimiento no es producto de la clásica fundación española. Fue creciendo, paralelamente, con la gigantesca empresa colonial, hasta convertirse en la ciudad más próspera del interior del país, después de la capital del virreinato. Su hermosa arquitectura es el mejor testimonio de su importancia histórica. Mantuvo su pujanza durante siglo y medio de vida republicana, asociada fundamentalmente al comercio, a la navegación por el río Magdalena y al transporte, primero de arriería y luego ferroviario, que la unía con Santafé de Bogotá.

Por: Augusto Trujillo Muñoz*

La ciudad de los puentes tiene sus raíces envueltas entre la historia y la leyenda. Su nacimiento no es producto de la clásica fundación española. Fue creciendo, paralelamente, con la gigantesca empresa colonial, hasta convertirse en la ciudad más próspera del interior del país, después de la capital del virreinato. Su hermosa arquitectura es el mejor testimonio de su importancia histórica. Mantuvo su pujanza durante siglo y medio de vida republicana, asociada fundamentalmente al comercio, a la navegación por el río Magdalena y al transporte, primero de arriería y luego ferroviario, que la unía con Santafé de Bogotá.
En unión de mi familia pasé el año nuevo en una finca cercana a Honda. Visité la ciudad dos o tres veces. Recordé su historia, recorrí sus barrios coloniales, conversé con su gente en la calle. Volví a la Casa-Museo de López y dialogué con Walberto Vanegas, su director, un intelectual que dedicó su vida a trabajar por Honda. Como Cecilia de Laverde, la directora del Museo del Río. Con ella también he conversado más de una vez sobre la suerte de nuestra ciudad histórica.
Honda conformó, a lo largo de los años, una sociedad urbana culta y sólida. Allí no hay campesinos y, sorprendentemente, no se ve la miseria que bordea a la mayoría de nuestras ciudades. Honda luce bien, alegre, optimista. Sin embargo en los últimos años registró un crecimiento poblacional negativo que resulta preocupante. Ese fenómeno es común a casi todos los municipios del Tolima, pero creo que en Honda podría revertirse, dadas sus inmensas posibilidades turísticas. Además puede ser un valioso centro de servicios con proyección sobre todo el centro del país.
Colombia debe mirar hacia Honda. La ciudad lo amerita por su historia, por su arquitectura, por sus múltiples potencialidades. Un buen propósito para este año -de los tolimenses en general, y de los hondanos en particular- sería trabajar en función de la recuperación de su proceso de desarrollo sostenido. No es difícil porque los hondanos han sabido conservar su patrimonio histórico. En el pasado el país miró hacia Cartagena de Indias con excelentes resultados: No sólo se recuperó la vieja ciudad, sino que fue convertida en patrimonio de la humanidad. En algún momento miró también hacia Popayán y hacia Mompós. Pero, con el mismo sentido histórico, no ha mirando hacia Honda. El país tiene esa deuda.
*Ex senador
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Tomado de:
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1682453

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