sábado, 30 de abril de 2022

Manuel, hijo de una aventura juvenil de Santander Por Pilar Moreno de Angel

Francisco de Paula Santander

Ilustración tomada de AMORES CONTRARIADOS DE SANTANDER: | Revista Credencial
 


En el sesquicentenario de la muerte del prócer

El capitán graduado Manuel Santander, declaró en Quito, Ecuador, haber nacido en 1811 y ser “hijo natural del señor Francisco de Paula Santander, expresidente de la Nueva Granada”. No se conoce el nombre de la madre de Manuel Santander.

En 1811 el subteniente Francisco de Paula Santander y Omaña, entonces de 19 años de edad, ocupaba el cargo de secretario de la Comandancia de Armas de la provincia de Mariquita, bajo las órdenes del comandante Manuel del Castillo y Rada. Este oficial influyó grandemente en la formación militar del futuro Hombre de las Leyes y fue su amigo entrañable. A mediados de junio de 1811 regresó el subteniente Santander a Santafé de Bogotá. Es indudable que el joven militar bautizó a su hijo con el nombre de Manuel como homenaje a Manuel del Castillo y Rada, su superior castrense y su amigo dilecto. 

Durante su ejercicio militar, Manuel Santander recibió un balazo en la pierna izquierda, lo que le produjo una cojera permanente. Cuando residía en la provincia de Pasto se enamoró de la dama Isabel Muñoz y España. Este apellido Muñoz hunde sus raíces en la conquista española y es predominante en los departamentos de Cauca y Nariño. Además, vale la pena anotar que el apellido España —francés de origen— pasó a la península ibérica en el siglo XVIII. Sus familiares también se asentaron en la provincia de Pasto, siendo el primero de ellos el maestre de campo Antonio de España. La pareja Santander—Muñoz se trasladó a vivir a la población ecuatoriana de Ambato, en las faldas del Chimborazo, ubicada a orillas del río del mismo nombre, y actualmente capital de la provincia de Tungurahua. Dista aproximada mente 75 kilómetros de Quito rumbo al sur. En aquella región se producía la cochinilla (insecto hemíptero oriundo de México del cual se extrae una materia colorante o ácido carmínico que se utilizaba para el teñido de lanas y sedas). Manuel Santander e Isabel Muñoz se dedicaron a la industria de tejidos de alfombras y a la producción de velas, fideos, aguardiente, etc., en fábricas de su propiedad. Fueron amigos y compadres de los ambateños más distinguidos y ricos de la población.

Casi al final de sus días, los dos personajes fueron fatalmente separados. El presidente del Ecuador Gabriel García Moreno —la personalidad más discutida de aquel país— quiso hacer de su nación una teocracia cerrada. Visitaba con alguna frecuencia a Ambato y se alojaba en la célebre quinta La Liria, propiedad de sus amigos Nicolás Martínez Vásconez y Adelaida Holguín de Martínez. Este déspota ilustrado, profundo católico, pidió a la pareja Santander-Muñoz que se casaran por el rito de la iglesia. Sin embargo, ello no era posible debido a impedimentos canónicos por parte de doña Isabel. Como consecuencia de esta situación, el capitán Santander hubo de partir como proscrito voluntario a la parroquia de Baños. Tiempo después consiguió regresar a Ambato, y en esta ciudad fallecieron los dos compañeros de toda la vida.

De la unión del capitán Manuel Santander e Isabel Muñoz nacieron cuatro hijos:

1.— Inés, mujer de extraordinaria belleza y dotada de facilidad para las artes y la música. Contrajo matrimonio con un señor de apellido Lombeyda, nativo de Guarandá, población ubicada al sur de Ambato, donde establecieron su residencia.

2.— Albino, enfermo desde su infancia, murió en la adolescencia.

3.— Isabel, también dueña de una bella figura, logró, además, conseguir una profunda ilustración. Se casó con Carmiño Vaca (hijo). Entre su descendencia se destacan: a) Maria Natalia Vaca, nacida en Ambato en 1878, quien fue poetisa de fina sensibilidad, actividad en la cual figuró desde la niñez. Su obra poética refleja la devoción por los clásicos, la belleza y la frescura de expresión. En 1907 fue secretaria de la Biblioteca Nacional del Ecuador. Contrajo matrimonio con el doctor Manuel Elicio Flor. Uno de los hijos del matrimonio de Manuel Elicio Flor y la poetisa María Natalia Vaca, fue el doctor Manuel Elicio, abogado, orador, polemista y crítico. Hombre de inalterable convicción católica, fue candidato a la presidencia del Ecuador en 1948. b) Fray Agustín J. Vaca Santander, orador y poeta, provincial de los padres agustinos en el Ecuador.

4. Francisco de Paula, bautizado con este nombre “en memoria de su ilustre padre el prócer colombiano”, según lo afirmado por el capitán Manuel Santander. Francisco de Paula recibió una esmerada formación. El propio paisaje nativo despertó sus aficiones a las ciencias naturales. Sus padres contrataron profesores extranjeros para supervigilar su enseñanza. El botánico inglés Richard Spruce, quien coleccionó, prensó y describió una gran cantidad de plantas suramericanas, llegó a Ambato en 1858. Traía el encargo de buscar semillas de quina para ser sembradas en la India, como que el secretario de Estado de Su Majestad Victoria I, reina de Inglaterra, tenía el propósito de desarrollar dicho cultivo en aquella posesión británica del Asia. Ya en Ambato, el botánico inglés organizó una expedición en busca de la “Chinchona Condaminea”, la cascarilla roja (nombre que se daba a la chinchona en el Ecuador). Aprovechando la presencia de Spruce en la ciudad, los padres del joven Francisco de Paula consiguieron que el botánico inglés le diera clases a su hijo sobre las materias que eran de su dominio. Años más tarde, la afición del joven Santander por el conocimiento de la flora y la fauna le llevó a incursionar en las selvas del Amazonas, de donde sacó raros ejemplares que sirvieron luego para instalar el primer Museo de Historia Natural de Ambato. Francisco de Paula Santander Muñoz mantuvo correspondencia con las sociedades científicas extranjeras, y así hizo conocer las plantas medicinales ecuatorianas, las cuales contribuyeron al desenvolvimiento de la farmacia europea. Francisco de Paula fue amigo del escritor y pintor ambateño Juan León Mera, a quien suministró los datos para que pudiera escribir la hermosa novela Cumandá o un drama entre salvajes, obra publicada en 1879 y con la cual se inició la escuela romántica en la literatura ecuatoriana. Esta novela ha sido editada varias veces y en ella se encuentra excelente descripción de la región amazónica. Francisco de Paula Santander Muñoz murió en Ambato en 1900. Había contraído matrimonio con doña Dolores Salvador Barriga, perteneciente a una de las familias más distinguidas y pudientes de aquella ciudad.

Fueron sus hijos:

a) Maria Luisa.

b) Juan Gabriel, quien recibió una beca cuando niño para la Escuela de Bellas Artes, otorgada por el presidente de la república general Aloy Alfaro. Posteriormente, fue profesor en las escuelas fiscales y municipales de Ambato. Como su padre, exploró las selvas del oriente ecuatoriano, vivió entre las bravas tribus jíbaras del Palora y trajo a Vicente Aguayo, el primer jíbaro que recibió educación en la capital del Ecuador. Ahora, cuando se cumple en mayo 6 de 1990 el sesquicentenario de la muerte del general Francisco de Paula Santander, el Hombre de las Leyes y fundador civil de la república, nada mejor que recordar el transcurso vital de un hijo del prócer neogranadino, que vivió la parte más importante de su vida en Ambato, Ecuador, y cuya descendencia fue y es honra del apellido Santander. Se puede decir que allí circula pura casta de hidalgos.

 

Bibliografía

Larrea Santander, Alfredo. Revista No. 30 de la Sociedad Ecuatoriana “Amigos de la Genealogía”. Quito 1988.

Monge, Celiano. Informe del Ministro de Relaciones Exteriores sobre el origen de los descendientes del general Francisco de Paula Santander en Quito. Publicado en el diario El Debate, 3 de mayo de 1940. Copia suministrada por el doctor Eliécer Enríquez B., director de la Biblioteca Municipal “González Suárez” de Quito, Ecuador.

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Tomado de Manuel, hijo de una aventura juvenil de Santander | La Red Cultural del Banco de la República (banrepcultural.org)

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Amores contrariados de Santander

Por Luis Horacio López Domínguez

Un primer amor le hace padre

Su paso de estudiante de leyes del San Bartolomé a la milicia se dio después del grito de independencia del 20 de julio de 1810. “La junta suprema gubernativa del Reino me hizo alférez abanderado del batallón de guardias nacionales. En octubre de 1810 vestí el uniforme militar, y en mi grado de alférez fui destinado de secretario de la comandancia militar de la provincia de Mariquita conferida al capitán Manuel del Castillo y Rada”, nos cuenta en sus Apuntamientos8. Al año aflora su primer arrebato juvenil y es padre, por primera vez, en madre soltera, en Mariquita. Al hijo se le llama Manuel Santander, como el jefe militar del padre o en recuerdo de su madre Manuela de Omaña. Esta paternidad precoz solo llegó a conocerse en Colombia en 1990, aunque en Ecuador, a donde migró Manuel, figura una distinguida rama Santander de eminentes naturalistas y juristas (9).

(9) Moreno de Ángel, Pilar. “Manuel, hijo de una aventura juvenil de Santander, en el sesquicentenario de la muerte del prócer”, en Credencial Historia, Nº 5, mayo 1990.


Tomado de AMORES CONTRARIADOS DE SANTANDER: | Revista Credencial

Credencia Historia octubre de 2012


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