"Somos el Centro de la Historia de Colombia. Nuestro propósito es el de salvaguardar la historia de nuestro pueblo, como un aporte a la grandeza de nuestra nación colombiana."

sábado, 31 de marzo de 2012

Honda, conmemoró los 511 años del descubrimiento del río Grande de la Magdalena

Gilmar Javier Amaya Perdomo, expositor.
El 30 de marzo del presente año con la colaboración de la Policía Nacional se llevo a cabo en el Museo del Río, un conversatorio sobre los 511 años del descubrimiento del hoy río Grande de la Magdalena, por Rodrigo Bastidas, hecho acontecido un 1 de abril en el año de 1501.
Aspectos del conservatorio.
Dr.Manuel Guillermo Suarez Rojas, director Museo Alfonso López Pumarejo.
El exponente, Gilmar.
Asistentes a la charla en el Museo del Río.
Patrullera Jennifer Marin
Asistentes.
Fotografías. Esp. Tiberio Murcia Godoy. Museo del río. Viernes 30 de marzo.

domingo, 25 de marzo de 2012

La crisis de la Historia

POLÉMICALas consecuencias de haber desaparecido la cátedra de Historia en los colegios, unido a la baja calidad de los textos, han empezado a verse en la amnesia colectiva que se ha apoderado del país. Prestigiosos historiadores piden reversar esta absurda decisión.

Sábado 24 Marzo 2012

Colombia es uno de los países del mundo que menos atención y esfuerzo le pone a la enseñanza y al estudio de la Historia, tanto, que hoy la mayoría de los padres de los más de 10 millones de niños y jóvenes que van a los colegios públicos y privados no saben que esta materia desapareció hace 20 años de los currículos escolares. Por eso, muchos de sus hijos hoy no saben si Nariño es un prócer, un expresidente, un departamento o un frente de las Farc.

Mientras que en Estados Unidos los estudiantes y ciudadanos tienen casi que a diario referencias de su pasado, de sus padres fundadores, de la Constitución, de sus batallas, triunfos o tragedias -como la Guerra de Secesión o de Vietnam-, en Colombia el 70 por ciento de los presidentes no tienen una biografía y los textos con los que hoy se enseña el pasado son lamentables.

Por eso, casi 30 años después de que el Ministerio de Educación decidió sacar del pénsum de primaria y bachillerato la materia de Historia y crear la de Ciencias Sociales-una mezcla de Geografía, Economía, Política, Antropología, Sociología, Cultura e Historia-, un grupo de reconocidos historiadores e intelectuales le ha empezado a pedir al gobierno que, frente a la amnesia en la que cayó el país y ante semejante error pedagógico, permita de nuevo la enseñanza de la Historia como materia única de primero de primaria a grado once.

Las consecuencias de esa decisión están a la vista. Darío Campos, profesor de la Universidad Nacional y director del Grupo de Enseñanza de la Historia, dijo a SEMANA que la creación de la materia de Ciencias Sociales es un reto exigente, ya que se requiere tener profesores con un conocimiento de estas disciplinas. La paupérrima formación de los docentes hizo que al final los profesores terminaran usando programas o libros caducos, como el manual de Henao y Arrubla de 1910, o, en su defecto, a plegarse a los textos actuales de Ciencias Sociales, que en su mayoría son de una calidad discutible. Todo esto ha redundado en que los jóvenes lleguen a los 18 años sin saber qué clase de ciudadanos son y en qué país van a vivir.

Jorge Orlando Melo, que hace unos años hizo un estudio de los libros escolares, dijo a SEMANA que los textos de Ciencias Sociales terminaron siendo muy livianos, por no decir flojos. "Son muy descriptivos, basados más en contar un cuento sin referencias que en invitar a la lectura, a profundizar en los temas y a reflexionar sobre el pasado para comprender el presente".

Todo esto ha hecho que la enseñanza de esta materia en Colombia, no solo en secundaria sino en todos los niveles, sea pésima, dice Heraclio Bonilla, director del programa de Historia de la Universidad Nacional. Además de la mala formación de los maestros, los textos actuales están desactualizados y evidencian una separación entre lo que se publica y descubre en la academia y lo que se enseña en las aulas escolares, que es una historia conservadora, clásica, del siglo antepasado.

Esa falta de culto por la Historia puede ser una de las razones por las cuales Colombia es uno de los países con un menor nivel de patriotismo en el mundo, pues, si se quiere, historia y patriotismo son conceptos que van unidos. Cuba y México son tal vez los países mas nacionalistas del continente, y no hay niño que no conozca todos los detalles de sus revoluciones, la vida de sus héroes y el precio de lo conseguido.

Otro elemento que produce el conocimiento de la historia es la conciencia de las fronteras. Todos los venezolanos, por ejemplo, conocen al dedillo el diferendo que existe en el golfo de Maracaibo y sufren con el hecho de que Inglaterra les haya quitado la Guyana. Los peruanos lamentan la pérdida de Arica. Los bolivianos, la perdida del litoral que les quitó el acceso al mar, o en el sur, las heridas de la Guerra del Chaco todavía no sanan. En Colombia, por el contrario, hay una ignorancia casi total del grueso de la población sobre los intereses fronterizos con Venezuela. Ese tema en el país está reservado para personas como Julio Londoño y un puñado de especialistas y excancilleres. La pérdida de Panamá, que como dato curioso, todavía está en el escudo nacional sin que se entienda por qué, ni siquiera causa rabia o indignación.

El historiador Fabio Zambrano dijo que los estudiantes colombianos tienen el mismo conocimiento de la historia que el que tienen los de Estados Unidos de geografía. "No hay una amenaza más grave para un país que el alzheimer en el que hemos caído. La historia se escribe en el presente y explica parte de las realidades y anhelos de una sociedad. Sirve para saber lo que hemos construido, el largo camino que ha tomado obtener muchos de los derechos y libertades actuales, así como para explicar también nuestras tragedias y desastres". Sobre este tema, Melo dice: "Muchos pueden decir que la gente puede vivir sin saber nada de su pasado, pero creo que para una sociedad es sano saber de dónde viene, dónde está y para dónde quiere ir. Imagínese que alguien empiece a vivir a los 20 años con su memoria en cero, borrada, ¿podría vivir bien y planear su futuro?".

Al ver la enseñanza que se está dando en los colegios, muchos académicos se sienten frustrados y fracasados, pues la mayoría de lo que se ha escrito en la Nueva Historia, nacida en los años sesenta con la creación de las carreras de Historia, sigue sin llegar a las aulas. "Todos los 6 de agosto me siento frustrado, porque si algo hay claro en la historia de Bogotá es que Gonzalo Jiménez de Quesada no fundó Santa Fe con la construcción de 12 chocitas, sino que llegó a un poblado indígena. Pero uno ve, ese día, a los estudiantes de los colegios llevando las maquetas de las 12 chozas y repitiendo la misma historia conservadora que nos enseñaron de niños", dijo Zambrano.

Incluso, dice Adolfo Meisel, historiador económico y gerente del Banco de la República en Cartagena, los estudiantes de universidad tienen muy poco conocimiento y enormes vacíos, pues ni han leído a los clásicos, ni conocen lo que se ha publicado en los últimos años. "Eso se explica no solo porque los libros son muy malos y aburridos, sino porque los historiadores se han dedicado a escribir de cosas muy pequeñas y no hay textos nuevos, bien escritos, que den un panorama global de la historia nacional".

Estas y otras críticas demuestran que el retiro de la materia de Historia de los programas de estudio fue un error que nadie cuestionó y del que nunca se hizo una reflexión. Hoy, "dos décadas después, se puede decir que fue un horror desde el punto de vista cultural, de identidad nacional y de país. Primero, porque un ciudadano debe saber dónde está parado. Por eso, ahora que estamos en un mundo globalizado, el Estado debe replantear y crear de nuevo una cátedra de Historia de primero a once, porque las sociedades que no tienen conciencia de lo que son tienen el riesgo de diluirse", dijo el reconocido historiador Álvaro Tirado Mejía. Él y otros historiadores hablan de la necesidad de que el Estado replantee el pénsum y de crear de nuevo la cátedra de Historia, fijando programas claros sin caer en partidismos ni doctrinas, tal y como se hace en muchos países.

El prestigioso historiador Marco Palacios dijo que es tiempo de revertir esa "decisión patética y garrafal". Es hora de volver a ser sensatos y devolverle el equilibrio a la educación. El Estado, como en otros países, debe propender de que se enseñe Historia y Geografía, diseñando planes de estudio que incluyan lo que debe saber un bachiller. "Eso está inventado y ya hay suficientes experiencias para hacerlo bien, sin pasiones y partidismos".

Así como el Ministerio saca su regla para evaluar a todo el mundo, es hora de que lo haga con su propia gestión en los últimos años. La polémica sobre devolver la cátedra de Historia y Geografía está abierta. En sus manos está que no seamos víctimas del famoso refrán de: "quien no conoce su historia está condenado a repetirla".

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Álvaro Tirado Mejía Es evidente que la suspensión de la cátedra de Historia ha sido nociva para el país, desde el punto de vista cultural, de identidad, de civismo, de construcción de ciudadanía y de nación.

marco palacios Esa fue una decisión patética y un error garrafal. Es hora de ser sensatos y de que el gobierno restablezca la cátedra de Historia en primaria y bachillerato, sin caer en sectarismos ni partidismos.

Jorge Orlando Melo Los textos con los que están aprendiendo los estudiantes son flojos, muy descriptivos; basados más en contar un cuento que en invitar a pensar, a reflexionar y buscar respuestas en el pasado.

Heraclio Bonilla La enseñanza de la Historia en Colombia, no solo en secundaria sino en todos los niveles, es pésima y sigue privilegiando la mirada conservadora del siglo XIX.

Fabio Zambrano El conocimiento que tienen los colombianos de su historia es similar al que tienen los de Estados Unidos de geografía.

adolfo meisel Incluso los estudiantes de universidad tienen muy poco conocimiento y enormes vacíos de la historia del país, pues ni han leído a los clásicos, ni conocen lo que se ha publicado en los últimos años.

.Tomado de:.

http://www.semana.com/nacion/crisis-historia/174321-3.aspx

domingo, 18 de marzo de 2012

Alvaro Cepeda Zamudio estuvo en Honda en el año de 1972, Claudia Bancelin lo recuerda en su libro 'Vivir sin fórmulas'

Fotografía extractada del libro "La Cueva" Crónica del Grupo de Barranquilla, de Heriberto Fiorillo. Panamericana Formase Impresos S.A. Barranquilla. 2002. Fotografía de Nereo. Pág. 48.

jueves, 15 de marzo de 2012

Tiberio Murcia Godoy, lanzó su cuarto libro "Descubriendo la Villa de San Bartolomé de Honda, cátedra local"

Portada del libro.
Tarjeta de invitación.
Público asistente.
Público asistente.
Esp. Tiberio Murcia Godoy en su disertación en el lanzamiento del libro.
Fotografías. Laura Ines Martinez Murcia.Viernes 9 de marzo de 2012. Museo Alfonso López Pumarejo.

Nestor Hernando Parra Escobar en busca de una sociedad igualitaria


En homenaje al ex presidente Carlos Lleras Restrepo1

Resulta un compromiso intelectual, de alta responsabilidad, intentar trazar la “incidencia en la gestión pública de Carlos Lleras Restrepo en el acontecer socioeconómico colombiano”, tal y como le ordena al DANE la Ley 1167 de 2007, por medio de la cual se rinde honores a su memoria con motivo del primer centenario de su nacimiento. Máxime cuando el tiempo indicado para echar una mirada al proceso histórico nacional es el de un siglo, a partir de 1908, durante el cual la nación colombiana ha cambiado radicalmente.

Cuando la primera guerra mundial (1914-1918), nuestro personaje es un niño estudiante de primaria en el Instituto La Salle de Bogotá; cuando la crisis de los años 30 ya es un profesional que ha hecho sus primeras armas en la política desde las aulas de Derecho de la Universidad Nacional; y cuando la segunda guerra mundial (1939-1945) es un cuajado dirigente nacional que estudia, conoce y analiza los problemas sociales, políticos y económicos de sus compatriotas, y que desempeña tareas de gobierno que marcan hitos en el proceso de construcción de la nación, desde la Secretaría de Gobierno de Bogotá, la Secretaría de Gobierno de Cundinamarca y el Congreso de la República, donde en 1934 presenta su primer proyecto de ley sobre reforma agraria, en el que afirma que más allá de la simple disputa de terrenos “están las grandes cuestiones de la educación rural, del crédito agrícola, de la racionalización de la producción, de la asociación campesina, de la elevación del nivel de vida de las clases proletarias en los campos”.2

Entre 1935 y 1936, interviene también en el proyecto de ley que configura nuevos esquemas tributarios que profundizan el rompimiento con la tradicional concepción del impuesto neutral mediante la creación de la tarifa progresiva del impuesto de renta, según la capacidad económica del contribuyente. Por la vía del presupuesto de gastos busca trasladar recursos a sectores sociales desprotegidos, es decir mediante la redistribución del ingreso, instrumento apto para corregir desigualdades sociales.
En 1936, en su calidad de Contralor General de la República, asigna al “Centro de Estudios de la Contraloría” la dirección técnica de las “investigaciones estadísticas”; realiza el Censo de 1938 y escribe su primer libro: “La Estadística Nacional”. Este será un tema al que le otorgará especial importancia desde la Presidencia, cuando se empeña en modernizar y tecnificar el órgano encargado de producir los datos. Lleras sabe que las estadísticas son insumo irremplazable para el análisis del comportamiento macro y micro económico; las tendencias demográficas; la distribución territorial de la población y los logros de las políticas públicas; para hacer el ejercicio de la planeación lo más certero posible y, en suma, para la toma de decisiones de gobernantes y empresarios.

Como Ministro de Hacienda, durante la Administración Santos, a los 30 años de edad, ayuda a configurar nuevos esquemas tributarios modernos y progresivos, busca el avance en el objetivo de dar pasos hacia la redistribución del ingreso entre los colombianos y organiza las políticas económica y fiscal para enfrentar los efectos de la economía de guerra; fortalece la economía del café; fomenta el desarrollo de la industria nacional y los planes de vivienda popular.

En esta primera etapa de su vida pública, traza líneas de intervención del Estado e introduce la aplicación del concepto novedoso de planeación democrática e indicativa.

Conoce Lleras Restrepo el creciente distanciamiento entre las clases sociales y sabe que su causa no sólo tiene que ver con los problemas de distribución de la riqueza y del ingreso sino, principalmente, con la insolidaridad para con las clases proletarias y aun entre ellas mismas. Se da cuenta de la escasez de canales de expresión, de participación y agremiación de esas clases, pues el poder del cacique político local imperante hace abortar el nacimiento de cualquier tipo de organización social. En síntesis, identifica los desequilibrios estructurales de la sociedad colombiana3, los que para superarlos demandan la continuada y decidida solidaridad de los sectores privilegiados con los marginados, cuya responsabilidad central consiste en crear empleos productivos y bien remunerados, es decir, ejerciendo la responsabilidad social de la propiedad, como lo estipula la Constitución de la República.

Inicialmente, tal principio se concibe como la igualdad de los ciudadanos ante la ley que, a la postre, en algunos casos se convierte en desigualdad real. Después se evoluciona hacia una interpretación más amplia y social: La igualdad de oportunidades reales o igualdad ante la vida.

En este frente, Lleras Restrepo abunda en la identificación de las causas de la discriminación, la exclusión y la desigualdad sociales, condiciones que marcan al ser humano desde su nacimiento por falta de nutrición; que después generan bajos rendimientos y deserción escolares; más adelante baja productividad en el trabajo; todo lo cual estimula “la aparición y el acrecimiento de las desigualdades”. Es el principio de igualdad el que prevalece en él como el catalizador de los otros dos: libertad y solidaridad.

Para Lleras Restrepo, el Estado es protagonista irreemplazable en la conducción del proceso de desarrollo integral de la nación. La presencia del Estado, su intervención, es creciente históricamente y la justifica de manera especial en sociedades con profundas desigualdades en las que se llega a coartar el derecho básico de libertad.

La función interventora debe impedir tal cometido y avanzar hacia una igualdad real y no simplemente retórica, colocándose del lado de los más débiles como aplicación del principio de solidaridad. Así quedó consagrado en la Reforma Constitucional de 1945: “para racionalizar la producción, distribución y consumo de la riqueza y para protección del trabajador”.

El frecuente e intenso recorrido por los diferentes ámbitos le permitió tomar contacto con la realidad social de la nación. Percepciones, informaciones y conocimientos que alimentan sin cesar sus principios filosófico-políticos. Constata por supuesto las desigualdades sociales, más agudas en los sectores rurales; indaga, estudia y analiza sus causas, y deduce que la propiedad de la tierra juega históricamente en Colombia un papel determinante.

Esta hipótesis inspira buena parte de su acción pública en procura de modificar la estructura semifeudal imperante; las exclusiones sociales consiguientes y las repercusiones económicas implícitas.

Gran parte de sus iniciativas políticas y de sus programas de gobierno los consagra al intento de conseguir la distribución equitativa de la riqueza; la difusión de la propiedad industrial y de los medios de producción entre los trabajadores; la reforma agraria para beneficiar a un mayor número de colombianos que laboran la tierra en calidad de peones o de aparceros; la capitalización social en empresas de propiedad de los trabajadores, y a la acumulación colectiva de capital para facilitar el acceso de los sectores populares a la propiedad.

En síntesis, el reconocimiento de derechos al factor trabajo, inclusive el de participar en la propiedad de los medios de producción a fin de morigerar la lucha de clases y difundir la cultura de la cooperación entre capitalistas y trabajadores.

El Presidente Lleras Restrepo tenía absoluta claridad de pensamiento sobre lo determinante de la ciencia y la tecnología en el desarrollo de la sociedad a partir de la revolución industrial. No en vano le correspondió conocer y asimilar, entre otros grandes hallazgos, los impactos de la energía eléctrica aplicada a la industria y a la vida doméstica; el desarrollo de la petroquímica y de la carbo química; la ampliación de los medios de transporte de carga y de pasajeros, por vía aérea y por carreteras; la telefonía -la manual y la automática-, el teletipo, el telex, el fax, la televisión en blanco y negro y luego a color y, muy importante, la informática.

Lleras fue un gran visionario en cuanto a la utilidad de incorporar la tecnología para hacer más eficiente las tareas administrativas, de producción y las de difusión de las estadísticas; primero, cuando introduce al país máquinas de conteo para el censo de 1938, siendo Contralor General de la República, y luego cuando trae el primer gran computador para agilizar las labores estadísticas del DANE, siendo ya Presidente.

En homenaje al ilustre Presidente Carlos Lleras Restrepo, el Auditorio Central del DANE, recientemente remodelado, lleva su nombre como “Benemérito organizador de la Estadística Nacional”.

1 Extracto del libro En busca de una sociedad igualitaria. Cien años de evolución social y económica (1908-2008), próximo a publicarse por el DANE al cumplirse el primer centenario del nacimiento del ex presidente Carlos Lleras Restrepo.

2 Carlos Lleras Restrepo. La Cuestión Agraria 1933-1971 Osprey Impresores. Bogotá. 1982 p. 34

3 Néstor Hernando Parra. Carlos Lleras Restrepo el Gran Demócrata. Conferencia en la SEAP con motivo del primer aniversario de su fallecimiento. Septiembre, 1995. Bogotá.

Tomado de:

http://www.dane.gov.co/revista_ib/html_r5/editorial_r5.htm

miércoles, 14 de marzo de 2012

Carta de Clara E. López Obregón al Comité Nacional Pro Centenario Natalicio Dr. Alfonso Palacio Rudas

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jueves, 8 de marzo de 2012

Hechos destacados en Marzo; 369 años de erección en Villa; 179 años del natalico de Agripina Samper de Ancizar y 67 años del natalicio de Pepe Caceres

4
369 años de Erección en Villa
El 4 de marzo la ciudad de Honda, conmemoro sus 369 años de haber sido erigida en Villa, titulo de gran importancia en el contexto histórico de nuestra ciudad.
4
179 años del nacimiento de Agripina Samper de Ancizar
16
67 años del natalicio de José Humberto Eslava Caceres (Pepe Caceres)
Un 16 de marzo nació en esta villa el legendario torero Pepe Caceres, quien recorrió el mundo mostrando su casta toreril.