"Somos el Centro de la Historia de Colombia. Nuestro propósito es el de salvaguardar la historia de nuestro pueblo, como un aporte a la grandeza de nuestra nación colombiana."

sábado, 27 de febrero de 2021

CHH hizo presencia al primer encuentro de iniciativas ciudadanas de Honda y Puerto Bogotá


 
Claudia Ortiz García, Secretaria General CHH exponiendo
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.Previa invitación de la Casa Museo Alfonso López Pumarejo, el CHH participo en el primer encuentro de iniciativas ciudadanas de Honda y Puerto Bogotá, donde se desarrollo un programa con diversas instituciones y personas que en una u otra forma lideran procesos o iniciativas ciudadanas que benefician  a la ciudadanía.

De parte del CHH, asistió Claudia Ortiz García y Tiberio Murcia Godoy, quienes expusieron ante los presente la importancia de rescatar la historia local.

Próximamente habrá otro encuentro, donde las instituciones y personas participantes, llevaran propuestas a realizarse durante este año.

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Tiberio Murcia Godoy, tesorero del CHH

viernes, 19 de febrero de 2021

Las tres grandes erupciones del volcán Nevado del Ruiz en los últimos siglos Por Periódico EXTRA el diario de todos Ibagué

Volcán nevado de el Ruiz
Periódico EXTRA Ibagué
Noviembre 12 de 2015

Jueves, Noviembre 12, 2015 - 17:12

Fueron a principios del Pleistoceno, unos 1.8 millones de años cuando tuvo sus primeras erupciones, lo que lo ha llevado a enmárcalo en tres periodos de erupción: El ancestral,  el antiguo y el contemporáneo.
 
El periodo ancestral, entre un millón y dos millones de años atrás, se creó un complejo de grandes estratovolcanes, que luego colapsaron parcialmente entre hace un millón y 0,8 millones de años, formando calderas de entre 5 y 10 km de ancho.
 
Para periodo el antiguo, que duró desde 0,8 a 0,2 millones de años, se desarrolló un nuevo complejo de grandes estratovolcanes, incluyendo lo que para aquella época eran el Ruiz, el Tolima, el Quindío, y el Santa Isabel. Una vez más, se formaron calderas explosivas en sus cumbres, entre hace 0,2 y 0,15 millones de años.
 
En el presente comenzó hace 150.000 años aproximadamente, y se cree que se formó la actual estructura por medio del emplazamiento de domos de lava dentro de las viejas calderas.

El Nevado del Ruiz ha trasegado por lo menos de 12 etapas de erupción, durante los últimos 11.000 años, y que llevaron a múltiples corrimientos de tierra, flujos piroclásticos y lahares, guiándolos a la destrucción parcial de los domos del pico.
 
En cuanto a los últimos miles de años, el mayor porcentaje de las erupciones de los volcanes del macizo Ruiz–Tolima fueron pequeñas, de igual manera las erupciones más antiguas del volcán no han sido registradas.
 
Los registros más sólidos de la actividad volcánica del Nevado del Ruiz datan del siglo XVI, a pesar de que su historial acciona de 1.8 millones de años aproximadamente. La montaña cuenta con una altura de 5.321 metros,  con una base de 15 kilómetros de longitud y se sitúa entre los departamentos de Caldas y Tolima. Cuenta con tres cráteres, el de mayor tamaño es el Arenas -principal culpable de la erupción que borró del mapa a Armero-, el cual cuenta con una profundidad de 247 metros, sumado a un diámetro de 830 m por 870 m. que siegue en actividad. De igual manera, tiene ‘La Piñata’ y ‘La Olleta’ dos volcanes parásitos o secundarios.

Con información de Ingeominas, el volcán registra durante seis siglos por las menos tres grandes erupciones en los que se registran pérdidas humanas y daños materiales.


               Volcán nevado de el Ruiz. Periódico EXTRA Ibagué. Noviembre 12 de 2015

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El 12 de marzo de 1595, el 19 de febrero de 1845 y el 13 de noviembre de 1985.
 
Lahar de 1595
Para la mañana del 12 de marzo de 1595, comenzó a entrar en actividad el volcán. Se trato de tres erupciones plinianas que llegaron a escuchasen a más de 100 km donde fue expulsada una gran cantidad de ceniza, lo que oscureció el área circundante. La erupción originó 0,16 km³ de tefra, además de la erupción hubo un gran terremoto, tres días antes y la erupción primaria provocó lahares, que se desplazaron por los valles de los ríos Gualí y Lagunillas, taponando el flujo de agua matando los peces y acabando la vegetación. Fallecieron 636 personas a causa del lahar.
 
Expulsión de lodo de 1845
Al igual que en 1595, también en la mañana del 19 de febrero de 1845, un terremoto de gran magnitud dio como resultado un flujo de lodo, que recorrió por el valle del Lagunillas por unos 70 km, extendiéndose y vertiéndose al exterior del cauce del río y matando gran parte de la población local. Tras superar un abanico aluvial, el flujo de lodo se dividió en dos ramas: la más grande se unió al Lagunillas y siguió hasta confluir con el Magdalena, mientras que la más pequeña fue desviada por las colinas frente al cañón del Lagunillas, para luego fluir al oriente junto al río Sabandija y finalmente reincorporarse al flujo principal en la desembocadura del río. Aproximadamente murieron una mil personas.
 
Desaparece Armero 1985
Ya para inicios de 1984, se comenzó a incrementar los niveles de actividad, y esto lo notaron los geólogos con la gran actividad en inmediaciones del Nevado. También se presentaron otros indicios de erupción, como el aumento en las fumarolas, La actividad del nevado bajo en octubre de 1985.

Luego de que una misión extranjera analizará una serie de muestras, se comenzó a escribir un informe para el 22 de octubre de 1985, en el cual se hacían recomendaciones y se enseñaban técnicas de preparación para las autoridades.
  
La erupción inició pasadas las 9 de la noche el 13 de noviembre de 1985, con una erupción que alcanzó el nivel 3 en el índice de explosividad volcánica.  La masa de anhídrido sulfuroso sacada fue unas 700.000 toneladas, haciendo que la erupción fuera extrañamente con alta cantidad de azufre.


Armero 1985
Periódico EXTRA Ibagué
Noviembre 12 de 2015

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Los lahares, con una mezcla de  agua, hielo, material pirocástico incandescente piedra pómez, arena, lodo y otras rocas, avanzaban cuesta abajo. Siguieron un trayecto con una velocidad constante de más de 60 kilómetros por hora, acabando con todo a su paso.

Uno de esos lahares fue el que borró del mapa a Armero, que se encontraba en el Valle del río Lagunilla. Por otra parte, el segundo lahare descendió por el Valle de Chinchiná. Las cifras las de pérdidas humanas lo dice todo, murieron más de 23 mil personas y unas 5 mil heridas. Fue el segundo cataclismo volcánico más funesto de su siglo, siendo sobrepasado por la erupción del Monte Pelée en 1902. Y el cuarto en toda la historia registrada. De igual manera es el lahar más mortífero del que se conoce hasta ahora. Y desde luego el más grande desastre natural en Colombia.

Tras la tragedia, se evaluó el por qué los científicos nunca identificaron cuando iba a ocurrir la gran erupción  y por  que las autoridades no tomaron la medidas pertinentes en prevención. Otro punto a analizar es el periodo de tiempo que había trascurrido desde la última erupción, que data de unos 140 años y por lo cual los pobladores se encontraban muy tranquilos

La pérdida de tantas vidas, se debió al hecho de que los científicos nunca precisaron cuándo ocurriría la erupción, y por que las autoridades gubernamentales, no tomarían medidas costosas en prevención, sin una clara advertencia de peligro. Por otro lado, como la última erupción se había producido 140 años atrás, ya no existía en la memoria de los pobladores y para muchos fue difícil aceptar el peligro que representaba el volcán, que los habitantes conocían como el león dormido.

Un mes antes de la erupción, circulaban mapas que indicaban a Armero inundado, esto ocasionó las críticas por parte del Congreso de la República, quienes acusaron a los científicos de alarmistas. Por otra parte las autoridades locales cometieron errores, después de que en la tarde del 13 de noviembre el alcalde y el párroco de Armero, comenzaron a tranquilizar a la población luego de una gran lluvia de cenizas.

Algo que también incidió, en la cantidad de muertos fue la tormenta de esa noche que causo cortes en la electricidad y por ende la carencia de comunicaciones. Se intento avisar a Armero sobre el lahar que se acercaba, pero la radio nunca funcionó.

Tras la tragedia, los científicos estudiaron la información previa a la erupción y se percataron que habían ocurrido varios sismos de periodo largo, que iniciaban fuertes y se iban aminorando suavemente. El vulcanólogo Bernard Chouet dijo que "el volcán estaba gritando 'estoy a punto de estallar'", pero los investigadores que estaban responsables en ese momento, no tenían la capacidad ni la experiencia para descifrar las señales de alarma. 

En la actualidad y prevención

El volcán sigue estando como una latente amenaza para las poblaciones de la región. Por ahora el riego más cercano es que  erupciones de pequeño volumen puedan influir sobre los glaciares y producir nuevos lahares. A pesar de que los glaciares son infinitamente más pequeños, pero la cantidad de hielo en las cumbres es abundante. Con solo el 10 por cierto del hielo que se funda, provocaría flujos de lodo de más de 200 millones de metros cúbicos, cantidad igual a la que enterró a Armero. 

Por ahora se debe descarta r una erupción de gran magnitud, así lo muestra el historial del volcán, pero sus glaciares son los más expuestos antes las pequeña actividades. 

Tomando como experiencia que la tragedia empeoró por la falta de alarmas y poca información a la población en general. El Gobierno colombiano comenzó con varias tareas, entre otros dar inicio a un programa oficial llamado Oficina Nacional para la Atención de Desastres, en 1987.

De igual manera, las ciudades fueron guiadas para la prevención y planificación por cualquier evento de la naturaleza y poder minimizar las consecuencias de los desastres. Cuando el volcán erupcionó de nuevo en 1989, se realizaron una serie de evacuaciones en las cinco principales riberas de los ríos que están en la zona de peligro.

Volcán nevado de el Ruiz
Periódico EXTRA Ibagué
Noviembre 12 de 2015

Otro antecedente, fue en 2008, cuando otro volcán del macizo, El Nevado del Huila hizo erupción, miles de personas fueron evacuados, ya que los vulcanólogos dijeron que podría ser similar al Nevado del Ruiz. En tanto , que la zona aledaña al volcán Galeras en el Departamento de Nariño, es constantemente evacuada por la gran actividad de este volcán.

El Nevado del Ruiz aumentó su actividad sísmica en el 2012, lo que dejo en evidencia la poca preparación de los pobladores aledaños. Para ese entonces el nivel de ceniza tuvo gran volumen que el tráfico aéreo tuvo que ser suspendido en la mayoría de aeropuertos de la zona central.


Según Ingeominas, esta es la actividad histórica del Nevado del Ruiz.
 
. Marzo 12 de 1595: Explosión de un cráter parásito que destruyó propiedades y tierras.

. Marzo 14 de 1828: Se registró una explosión.

. Junio 1828: Explosión de un cráter parásito.

. Junio 18 de 1829: Explosión de un cráter parásito.

. Febrero 19 de 1845: Erupción con flujo de lodo, lava. Más de mil muertos y destrucción en tierras y propiedades.

. Diciembre de 1984: Reactivación del volcán. Emisión de gases azufrados.

. Septiembre 11 de 1985: Emisión de cenizas con flujo de lodo.

. Noviembre 13 de 1985: Avalancha de Armero. La erupción magmática con flujos de lodo acabó con la vida de más de 25.000 personas y arrasó con el municipio tolimense.

. Enero 4 a enero 6 de 1986: Emisión de cenizas.

. Julio 20 de 1986: Emisión de cenizas.

. Julio 29 de 1986: Emisión de cenizas.

. Junio 9 a junio 11 de 1987: Emisión de cenizas.

. Marzo 22 a marzo 25 de 1988: Emisión de cenizas.

. Septiembre primero de 1989: Erupción magmática.

. Entre marzo y abril de 1994: reactivación sísmica.

. Entre abril y junio de 2012, activación y aumento sísmico.


Redacción HSB Noticias

miércoles, 17 de febrero de 2021

Reunión Junta Directiva del CHH 28 de enero de 2021

Reunión de Junta Directiva del Centro de Historia de Honda, donde se trataron temas de interés de la organización. 

En la llamada a lista, contestaron Diana Patricia Valencia, Presidenta. German Ordoñez Contreras, Vicepresidente. Tiberio Murcia Godoy, Tesorero, Zuly Vida, Vocal y Claudia Ortiz.
 




Se aprobó el listado de los nuevas personas que desean ingresar como Miembros Correspondientes, llenando los requisitos, también algunos Miembros de Numero que saldrán por no cumplir con los Estatutos

jueves, 11 de febrero de 2021

En esta residencia nació el Arzobispo Antonio Herrán y Martínez de Zaldúa en Honda Tolima


En la esquina de la Carrera 13 con calle 12, entrada occidental a la Calle de las Trampas,  al lado de la residencia de don Joseph de Diago (donde se proclamó al Rey de España Fernando VII en 1808) se encuentra la residencia donde nació , quien años mas tarde se convirtiera en el Arzobispo de Bogotá, Antonio  Herrán y Martínez de Zaldúa.
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Leamos lo que ya algunos han escrito sobre él.

Miembro de una acaudalada familia española, fue hermano del Presidente de Nueva Granada, general Pedro Alcántara Herrán y su madre era prima del Arzobispo Baltasar Jaime Martínez de Compañón. Estudió en Bogotá en el Colegio de San Bartolomé y recibió el título de Doctor en Derecho Canónico en el Colegio Mayor del Rosario; en 1821 fue ordenado sacerdote y fue asignado al curato de Fontibón y un año después viajó a VélezSantander, como nuevo párroco.

En 1830 regresa a Bogotá y es nombrado Obispo titular de Amicta en 1834, ejerciendo diferentes funciones en la administración de la Arquidiócesis como provisor, vicario general y maestrescuela.

Primeros Años

Al recibirse la noticia del fallecimiento del Arzobispo Manuel José Mosquera en 1853, es nombrado "Vicario capitular en sede vacante" y en enero de 1854 es elegido como nuevo Arzobispo, si bien solo puede ser consagrado hasta un año después, debido a la convulsión política causada por el golpe de Estado del general José María Melo.

Arzobispo
Sus primeros años de arzobispado resultan bien ambientados gracias al respaldo de los gobiernos conservadores de Manuel María Mallarino y Mariano Ospina Rodríguez, pero a partir de 1860 debe afrontar fuertes convulsiones políticas. La primera de ellas fue suscitada por su respaldo a Julio Arboleda, sobre su propio hermano el ex Presidente Pedro Alcántara Herrán, para ser candidato a la Presidencia en 1861. En este mismo año, el general Tomás Cipriano de Mosquera da un golpe de Estado, se hace al poder y decreta la tuición de cultos, la desamortización de bienes de manos muertas y la expulsión de la Compañía de Jesús, así como el destierro de numerosos clérigos, entre ellos el Arzobispo de Bogotá; si bien el exilio solo lo llevó hasta Cartagena de Indias, desde donde alentó al clero a rechazar la presión del gobierno nacional. En 1864 regresa a Bogotá, contando con el respaldo, como Vicario General, de quien sería su sucesor, monseñor Vicente Arbeláez. En 1866 Mosquera regresa al poder y el anciano Arzobispo Herrán recibe nuevamente fuertes ataques, en medio de los cuales convoca un Concilio Provincial (que incluía todas las diócesis del país) ordenado por el papa Pío IX, pero que no llega a inaugurar debido a su delicado estado de salud, falleciendo en el municipio de Villeta, donde intentaba recuperarse.
Cabe notar que su acérrimo enemigo, el general Mosquera, era el suegro de su hermano Pedro Alcántara Herrán, así como el hermano de su antecesor, monseñor Manuel José Mosquera.
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Tomado de;
https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Herr%C3%A1n
.Residencia donde nació un 11 de febrero de 1797, quien años mas tarde fuese Arzobispo de la Nueva Granada. Antonio Herrán y Martínez  de Zaldúa.
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Ficha Bibliográfica

Título: Herrán, Antonio
Colección: CleroBiografías
Palabras clave: BiografíaColombiaEclesiástico
Temas: Clero

Eclesiástico nacido en Honda, Tolima, el 11 de febrero de 1797, muerto en Villeta, Cundinamarca, el 7 de febrero de 1868. En medio de los grandes conflictos entre la Iglesia y el Estado, cuando los liberales eran liberales y los conservadores, conservadores, se alza la figura serena del arzobispo Antonio Herrán y Zaldúa, quien desarrolló su labor pastoral durante la época del más virulento anticlericalismo que haya tenido que soportar la Iglesia en Colombia. Hijo del acomodado español Pedro Antonio Fernández de la Herrán y de Matea Martínez de Zaldúa, nativa de Honda y prima del famoso clérigo Baltazar Jaime Martínez de Compañón, monseñor Herrán estudió en los colegios de San Bartolomé y del Rosario, donde se doctoró en Derecho Canónico.
El 3 de junio de 1821 fue ordenado sacerdote por el obispo de Mérida, en Pamplona. Era corpulento y robusto -escribe José María Samper- y sus atractivos modales y distinguido continente le daban el aire de uno de aquellos antiguos padres de la Iglesia, de quienes nos habla la historia con veneración. Tenía la línea de la ceja muy pronunciada, la frente espaciosa y noble, la boca pequeña y recogida, los ojos pardos y de mirar suave y afectuoso, el rostro lleno de rasgos blandos, y en toda la fisionomía una expresión de serenidad y benevolencia que cautivaban por extremo, al mismo tiempo que de austeridad de hombre justo que imponía respeto.

Monseñor Herrán inició a los 24 años su dilatada carrera apostólica: curato interino en Fontibón entre 1821 y 1822, y en Vélez, Santander, hasta febrero de 1830; el 27 de enero de este año, el general Simón Bolívar lo nombró medio racionero de la catedral, pero no aceptó al ser nombrado obispo de Amicta in partibus, el 20 de enero de 1834; miembro de la Sociedad Católica de Ignacio Morales, fue provisor y vicario general desde el 21 de diciembre de 1840, y maestrescuela, el 22 de abril de 1849. Esta es la época de las grandes reformas liberales, cuando el proyecto estatal chocaba frontalmente con los intereses de la Iglesia. Nombrado vicario general por el arzobispo Manuel José Mosquera, el 25 de agosto de 1852, simultáneamente con su destierro, desarrolló una labor dificilísima desde el 1 de septiembre de 1853; y el 7 de febrero del año siguiente fue electo vicario capitular en sede vacante.
José Restrepo Posada cuenta cómo al tener conocimiento de la muerte del arzobispo Mosquera, las dificultades para elegir su reemplazo fueron grandes [. . . ] pues sólo había 4 capitulares. Se hicieron 26 escrutinios y resultaba siempre empate. Nombrado arzobispo de Bogotá el 13 de enero de 1854, sólo fue consagrado el 15 de abril de 1855, debido al golpe del general José María Melo contra el presidente José María Obando. La administración del moderado Manuel María Mallarino -narra Fernando Díaz Díaz- preparó el restablecimiento pleno de la Iglesia durante la administración de Mariano Ospina Rodríguez, contra lo cual reaccionó el general Mosquera, con sus medidas contrarias al cuerpo eclesiástico.
En 1860 se desató una gran polémica contra monseñor Herrán debido al cambio del candidato presidencial: su hermano, el general Pedro Alcántara Herrán, por el general Julio Arboleda; proceso en el que el periódico El Catolicismo jugó un papel importante. Sobrevino, entonces, la guerra de 1860-1862, en la que obtuvo el triunfo el general Tomás Cipriano de Mosquera, en colaboración de los generales José María Obando y José Hilario López, contra el presidente legítimo Mariano Ospina Rodríguez, de quien se dijo había sido apoyado casi exclusivamente por el clero. El 9 de septiembre de 1861 Mosquera dictó la desamortización de bienes de manos muertas, y posteriormente, el decreto sobre tuición de cultos y la disolución y expulsión de la Compañía de Jesús.
Mosquera completó estas providencias el 3 de noviembre de 1861, decretando la prisión del arzobispo, y el 5 de noviembre declaró la extinción de las comunidades religiosas opuestas a la desamortización. Monseñor Herrán inició su destierro el 8 de noviembre, cuando salió hacia Cartagena, pasando unos días en Mompós, en un viaje lleno de grandes dificultades. Desde el exilio, monseñor Herrán conceptuó sobre si los sacerdotes, para poder ejercer su ministerio, debían prestar el obligatorio juramento prescrito por el gobierno: Imitando el ejemplo que nos dieron (los apóstoles] obedezcamos a las autoridades constituidas en todo lo que ellas tienen derecho a exigirnos [...] pero cuando traspasando los límites de lo terreno y temporal quieran obligarnos a cosas que sólo son espirituales, o que tocan exclusivamente al régimen de la Iglesia, contestémosles con respeto, pero con una energía evangélica "non possumus", primero es obedecer a Dios que a los hombres.
Esta actitud fue aprobada por el Papa. La nueva administración de Manuel Murillo Toro atenuó las tirantes relaciones con la Iglesia, lo que permitió el regreso de monseñor Herrán a Bogotá, el 1 de septiembre de 1864. Pero al retornar al poder el Gran General en 1866, Mosquera arreció sus duras críticas contra Herrán, a quien acusó de dirigir la oposición: El arzobispo de Bogotá y otros obispos están en completa rebelión, decía. Una orden del papa Pío IX citó, entonces, a un Concilio Provincial para tratar la situación de la Iglesia en el país, y convocó a monseñor Herrán, quien se encontraba en Villeta recuperándose de quebrantos de salud. Monseñor no pudo asistir, y falleció en este pueblo cundinamarqués, el 7 de febrero de 1868. Sepultado en la catedral de Bogotá, el corazón del arzobispo Herrán reposa en una pequeña cavidad en el muro oriental de la capilla de Santa Isabel de Hungría, entre las tumbas de los arzobispos Manuel José Mosquera y José Telésforo Paul.
JUAN DAVID GIRALDO

Bibliografía

Botero Restrepo, Juan. Breve historia de la Iglesia colombiana. Medellín, Copiyepes, 1983. Groot, José Manuel. Historia eclesiástica y civil de la Nueva Granada. Bogotá, Casa Editorial de Medardo Rivas, 1893. Restrepo Posada, José. Arquidiócesis de Bogotá. Biografías de sus prelados. Bogotá, Ed. Lumen Christi, 1961-1966, tomo II. Restrepo Posada, José. Genealogía episcopal de la jerarquía eclesiástica, 1513-1966. Bogotá, Editorial Lumen Christi, 1968. Restrepo Posada, José. Cabildo Eclesiástico de Bogotá. Bogotá, Kelly, 1971.
Esta biografía fue tomada de la Gran Enciclopedia de Colombia del Círculo de Lectores, tomo de biografías.
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Tomado de;
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/herranto.htm

viernes, 5 de febrero de 2021

Visita del Centro de Historia de El Espinal a Honda

Héctor Sánchez, Gustavo Adolfo Pava, junto con sus señoras esposas, visitaron en diligencia la ciudad de Honda, para realizar consultas de interés cultural, en bien de su organización.


De izquierda a derecha Tiberio Murcia Godoy, Gustavo Adolfo Pava, Héctor Sánchez, Marcela Prieto, directora de Oficina de Cultura y turismo. Tratando temas de interés histórico y cultural entre los dos centros de historia.
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Hicieron un recorrido por la Calle de Las Trampas, puente Navarro, Museo del río Magdalena
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(Fotos de Suly Vidal y Tiberio Murcia Godoy, enero 5 de 2021)