"Somos el Centro de la Historia de Colombia. Nuestro propósito es el de salvaguardar la historia de nuestro pueblo, como un aporte a la grandeza de nuestra nación colombiana."

domingo, 28 de octubre de 2018

Visita del CHH al Comandante del Batallón de Infantería No 16 Patriotas

Teniente Coronel Diego Fernando Diaz Torres y Diana Patricia Valencia
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Visita del Centro de Historia de Honda, al Teniente Coronel Diego Fernando Diaz Torres, Comandante del Batallón de Infantería No 16 Patriotas acantonado en Honda. Diana Patricia Valencia Conde, presidenta del CHH, le comento sobre las actividades del Bicentenario en el 2019, y la vinculación del BIPAT a los eventos. El Teniente Coronel Díaz, nos informo una excelente noticia, los 40 años de haberse puesto la primera piedra del Batallón en Honda. — con Diana Patricia Valencia Conde.
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Fotografía.Tiberio Murcia Godoy. 

sábado, 27 de octubre de 2018

CHH hizo presencia en la disertación de Angélica Suaza "Esclavos de las provincias del Tolima y Huila"


De izquierda a derecha, Martha Quintero,, German Ordoñez Contreras, vicepresidente. Yilmar Javier Amaya Perdomo vocal.  Angélica Suaza, conferencista. Tiberio Murcia Godoy, secretario general. Claudia Patricia Ortiz. Ángel Moreno Marín, director Centro Cultural Honda y Eloisa Lamillla Guerrero,investigadora.
Excelente conferencia sobre "Esclavos de las provincias del Tolima y Huila" 
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miércoles, 17 de octubre de 2018

Reunión Junta Directiva CHH, finiquitando Agenda Bicentenario 2019


Reunión Junta Directiva Centro de Historia de Honda, tema "Agenda Bicentenario 2019". Con la presencia de Diana Patricia Valencia Conde, presidenta; Germán Ordóñez Contreras, vicepresidente; Gustavo Santana Munevar, tesorero;Yilmar Javier Amaya P, vocal; Tiberio Murcia Godoy, secretario general; invitados, Jorge Quintero Arango, Claudia Patricia Ortiz y Alfonso Rubio.  
La reunión se llevo a cabo en la Cámara de Comercio de Honda,miércoles 17 de octubre de 2018
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 Agenda Bicentenario 2019

 
Enero
16:.....120 años de inauguración del puente Navarro
31:.....133 años del natalicio de Alfonso López Pumarejo
Conferencias sobre José Celestino Mutis  a cargo de Jorge Quintero Arango. Y  Sobre Antonio Nariño a cargo de Germán Ordoñez Contreras.
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Febrero
Quincuagésimo primero Carnaval de la Subienda.  

 15 Día del Pescador
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Marzo
Lunes   4.....:376  años de Erección en Villa de San Bartolomé de Honda (La fecha mas importante de la ciudad, por celebrarse  sus Cumpleaños. Y nace Honda legalmente.
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Abril
Conferencia sobre el General Francisco de Paula Santander a cargo de Diana Patricia Valencia Conde
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12: Día del Tolima. (Las instituciones educativas  realizan eventos, y algunos lo celebran en la Plaza de las América,con danzas,gastronomía)
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Mayo
Viernes 3.,Día de la Santa Cruz.. (El tradicional ascenso a los diferentes cerros  y cuchillas existentes en la ciudad  como a la Mesa de los Palacio, Cerro Cacao en Pelota,  Cuchilla  San  Joaquín  en Puerto Bogotá)
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17 .... Conferencia sobre el General Simón Bolívar a cargo de Claudia Patricia Ortiz
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Junio
1 al 5....:480  años del Descubrimiento de Honda
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Viernes 28-  ... 204  años  de  haber  sido  elevada   Honda de Villa a Ciudad.
Conferencias sobre José León Armero y José Hilario López  a cargo de Diana Patricia Valencia Conde
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Julio

Lunes   16....: Fiesta de la Virgen de El Carmen
Miércoles 24 conferencia sobre  José Antonio Villavicencia  a cargo de Tiberio Murcia Godoy
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Agosto
Miércoles   7  . Bicentenario de la Batalla de Boyacá
Sábado   24.......:399  años de la Erección en Parroquia de San Bartolomé en el hoy barrio Alto de San Juan de Dios. (Los hondanos evocamos esta importante fecha, pero en la actualidad no existe una Parroquia con dicho nombre)

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Septiembre
  3: Día del Sentimiento y orgullo hondano
.Mes del Amor y la Amistad
27 día del turismo
28  conmemoración mes del patrimonio

Mes del turismo y del Patrimonio. La oficina de Cultura y turismo,la Casa Museo Alfonso López Pumarejo, el Museo del Río Magdalena, y el Centro de Historia de Honda, hacen recorridos, visitas guiadas, y conversatorios.
Semanas culturales de  Instituciones Educativas.
Lunes  30.  Conferencia Sobre Jose Maria Cordoba  y Atanasio Girardot  a cargo de Claudia Patricia Ortiz
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Octubre

Semanas culturales de Instituciones Educativas
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Noviembre
Viernes 1....:202 años del  fusilamiento del prócer José León Armero, en el Alto del Rosario. Y Día de todos los santos
Viernes     2....: Día de las Ánimas, Puedes  visitar el Cementerio de la ciudad
Jueves 14  …  Conferencias sobre Alejo Sabaraín Ramos a cargo de Tiberio Murcia Godoy.  Policarpa Salavarrieta Ríos a cargo de Gustavo Santana Munevar  y próceres hondanos a cargo de Yilmar Javier Amaya Perdomo

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Diciembre
Mes de luces
16 al 24...Visita a los Pesebres en los respectivos Barrios de la ciudad
Navidad ,luz y color
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domingo, 14 de octubre de 2018

Ruben Dario Marin Quintero, dona al CHH facsímil del "Mapa de la Villa de Honda 1737"


 De izquierda a derecha. Felipe Lozano, Ruben Dario Marin Quintero y Diana Patricia Valencia Conde. ( Foto TMG)
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El gerente de  Energética Soluciones Tecnológicas Integrales, Ruben Dario Marin Quintero, tubo a bien de donar  facsímil  del "Mapa de la Villa de Honda 1737",el cual recibido por Diana Patricia Valencia Conde,presidenta del CHH, estuvo presente en la entrega de donación Felipe Lozano, Director Casa Museo Alfonso López Pumarejo.
El CHH agradece este gesto a Rubén Darío, y le invita a vincularse a nuestro grupo de trabajo del CHH.


Directivos CHH se reunieron con el Arqueólogo Daniel Alfonso Ramirez Jauregui

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El pasado sábado 13 de octubre del presente año, el Magíster en arqueología, y  estudiante del doctorado, Daniel Alfonso Ramirez Jauregui, se reunió con Diana Patricia Valencia Conde, presidenta del CHH  y Tiberio Murcia Godoy secretario general del CHH, con el fin de dialogar aspectos importantes de la arqueología en Honda, y cátedra Tolima.
El encuentro se realizo en el Museo del Río Magdalena
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Foto Ruben Dario Marin Quintero


jueves, 11 de octubre de 2018

CHH hizo presencia en el lanzamiento del libro "Tres Siglos Atrás" de Myriam Tobón Pinto y Carolina Rodríguez Álvarez.

 Nuestro secretario general junto a las autoras del libro
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La Casa Museo Alfonso López Pumarejo, tubo a bien de invitar a la comunidad en general al lanzamiento del libro "Tres Siglos Atrás" de Myriam Tobón Pïnto y Carolina Rodriguez Alvarez-
El lanzamiento se hizo en la sala de la palabra del museo, y la presentación de las autoras corrió a cargo de su director Felipe Lozano.
Esta obra pedagógica, didáctica esta diseñada para los niños, desde el comienzo hasta el final, la historia va acompañada  de ilustraciones.
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 Portada del libro
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 Invitación al evento
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 En las horas de la mañana, las autoras realizaron un taller con varios niños de la ciudad. Los niños asistentes recibieron cada uno un libro
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domingo, 7 de octubre de 2018

CHH hizo presencia en la disertación del escritor Juan Diego Mejía

 Juan Diego Mejía y Angel Moreno Marín
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El pasado viernes 5 de octubre atendiendo la invitación del Director del Centro Cultural de Honda Banco de la República, asistieron miembros del CHH con el fin de escuchar al escritor colombiano Juan Diego Mejía.
La disertación fue amena y enriquecedora de este escritor, quien mantiene su vena abierta a la realidad colombiana.

De izquierda a derecha. German Ordoñez Contreras, vicepresidente del CHH, el escritor Juan Diego Mejía, Tiberio Murcia Godoy, secretario general del CHH, Ángel Moreno Marín director Centro Cultural de Honda BR  y Manuel Guillermo Suarez,miembro del CHH (Foto Tomas Vargas)
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Adiós a la solemnidad: 'Soñamos que vendrían por el mar' de Juan Diego Mejía

El escritor antioqueño acaba de publicar una novela ambientada entre el final de la década de los setenta y el principio de la de los ochenta. La militancia de un grupo de muchachos de izquierda se convierte en la posibilidad de indagar por un pasado generacional de una manera muy lograda y poética.

POR ESTEBAN DUPERLY* MEDELLÍN

2016/10/26



Juan Diego Mejía y sus novelas son una misma cosa: sobrios, sencillos, silenciosos. Casi espartanos. A veces casi invisibles. Sobre ellos se extiende, como un sudario, una melancolía vaga e incurable.
Juan Diego es como un monje laico. No fuma. Desde hace varios años casi no bebe licor —dice que un guayabo le quitaría mucho tiempo—. Se va a dormir temprano y cada mañana trota entre 8 y 9 kilómetros. Los fines de semana agrega un par más. Se viste siempre igual; no con la misma ropa pero sí de la misma manera: las mangas de la camisa dobladas hasta los codos, jeans —la camisa dentro de los jeans— y anteojos para ver. Nada más. No hay accesorios, no hay añadiduras. En apariencia no hay vanidad; solo está lo fundamental y lo necesario. Así es también su prosa.
Habla de manera tranquila, tanto en el tono como en la forma, aun en momentos de tensión. Ese mismo timbre y esa velocidad, sin variaciones, también le sirven para hacer chistes negros u observaciones exigentes. Es riguroso y perfeccionista, a veces rígido y severo, pero es paciente con los otros y nunca se impone. Tiene esa afabilidad de los tímidos que, tras mucha lucha interna, finalmente llegaron a buenos términos con su propia timidez.
Así como su discurso es su literatura, compuesta por cuentos y novelas donde, a menudo, él mismo es el protagonista. Sin embargo, acaba de publicar Soñamos que vendrían por el mar, una historia que protagoniza un personaje de ficción. Pero es un truco: en realidad esta novela está basada en los recuerdos del autor en la zona bananera a final de la década del setenta, a donde Mejía llegó cuando tenía 25 años, militaba en la izquierda y estudiaba Matemáticas en la Universidad Nacional. Fue a vivir allá para, como él mismo dice, “hacer la revolución”. Allá se mezcló con los obreros de las bananeras y los campesinos. Y de allá salió, casi cinco años después, rechinado por el sol y decepcionado. Esa es la historia que cuenta el libro: la suya propia y la de otro puñado de muchachos iguales a él, aunque pasada por el tamiz de la ficción. En el epígrafe el autor advierte que nadie debe sentirse retratado.
En sus novelas anteriores el protagonista era un personaje llamado Mejía, que evidentemente es usted. Aquí, sin embargo, hay un nuevo narrador. ¿Qué sucedió de distinto a la hora de escribir este libro?
En esta novela hice un esfuerzo por alejarme. Aquí hubo un rompimiento. Desde lo último que publiqué, en 2008, había estado ensayando varios temas pero todo me salía muy flojo. Y en todos estaba ese alter ego mío, que es Mejía. Estaba cansado de hablar de mí mismo, había dicho tantas cosas sobre mí que ya no me parecía interesante. Yo quería contar la vida de alguien más. Jaime Echeverri, un amigo escritor, me dio un consejo: me dijo que ensayara a escribir algo contrario a lo que yo era. Entonces me puse a pensar en un tipo bien astuto, aventurero, de la noche; de mundos desconocidos para mí. Pero tampoco funcionó. Sin embargo, más adelante sentí que había llegado de nuevo un momento para hablar de este tema grande que traigo desde hace tantos años, que es el tema de una generación que quiso hacer la revolución y fracasó. Esta vez, para hacerlo, decidí crear a un personaje que no fuera yo. Creé a Pável, un actor de teatro que se parece mucho a alguien que admiré y quise mucho en esta ciudad.
Escogí a ese actor y lo doté de todas las características que le conocí. Sin embargo, las personas son tan complejas que comencé a quedarme cortico y a sentir que no conocía suficiente a Pável, y tuve que sacar cosas mías para ponérselas. Muchos aspectos, sobre todo el pensamiento, el interior de Pável, soy yo. Es inevitable una ley de atracción entre personajes y autor, que los hace terminar en la misma órbita.
En la contratapa del libro hay una corta reseña escrita por Laura Restrepo, quien también hizo parte de esa generación desencantada. Tomando prestado de ella ese título famoso, ¿esta novela suya es la historia de un entusiasmo o es la historia de una desilusión?
Es la historia de una ilusión. Incluso el título lo sella: Soñamos que vendrían por el mar. Reflexiono mucho cuando me hacen esa pregunta: ¿qué es lo que hay en esta novela? ¿Sí es una desilusión? Y vuelvo y concluyo que no, que es todo lo contrario: esta historia es sobre un acto de amor. De hecho, inicialmente la novela se llamaba Perdónalos, Carlos Marx, pero lo cambiamos porque sonaba a traición, y lo que realmente ocurre en esta historia es un acto de amor. Por eso en la parte final aparece una alusión a De hombres y ratones, la novela de John Steinbeck. Cuando Pável finalmente regresa ‘de la zona’ a Medellín, tan confundido, con ese debate interno, se encierra a hacer una adaptación teatral de esa novela y ahí encuentra la solución a su drama: darle una salida honrosa al marxismo. ¿Qué hago con mi compromiso político?, se pregunta, y Steinbeck le da la clave: matarlo, como un acto de amor.
Esta novela gira en torno a un grupo de muchachos que se van al campo a trabajar con la gente —con las masas— mientras esperan que les lleguen unas armas. Pero esas armas nunca llegan. ¿Ese aparente fracaso es en realidad una salvación?
Totalmente. Que no lleguen es un descanso. En uno de los primeros capítulos, uno de los personajes cuenta cómo se ganaba la militancia en los años sesenta, que era por medio de pruebas al valor. Por ejemplo, a Camilo Torres, quien se menciona mucho en la novela, le dicen que solo va a tener un fusil cuando sea capaz de recuperar uno en un combate. Mientras tanto le dan una pistolita para que se defienda. Y él, en un candeleo, ve la oportunidad de tomar el fusil de un soldado muerto. Se lanza a cogerlo y ahí lo matan. Camilo Torres no alcanzó a disparar nunca. Lo que quiero decir es: ¿qué habría pasado si Camilo toma esa arma? Tal vez se hubiera convertido en un comandante guerrero, y en la guerra la gente hace cosas horribles. Quizás a él lo salvó ese disparo. A estos muchachos los salva que las armas no llegaron nunca, porque sin la menor duda las habrían disparado. Todos habrían cometido actos horribles, y quien sabe si yo hubiera querido escribir una novela sobre eso.
Esta historia es una suerte de tercer tiempo, de tercer movimiento de un tema recurrente en su obra. Sin embargo, la elaboración literaria que logra en este libro es mucho más notable que en sus novelas anteriores. ¿Se debe a que es un tercer intento?
No creo que tenga que ver con el tema, sino con una evolución lógica de quien ha estado trabajando mucho tiempo: desde 1981 que llegué de mi experiencia revolucionaria, no he hecho sino escribir. Por supuesto he seguido trabajando en matemáticas y en sistemas, y haciendo cosas para vivir, pero realmente lo que he hecho es escribir. Así que lo único que me debería exigir el mundo es que haya aprendido alguna cosa. No sé cuánto he aprendido, pero sí siento que en este libro hay un paso adelante en mi poética, en mi estética.
Los otros libros que había escrito sobre este mismo tema están todavía muy marcados por unos sentimientos de desquite. Estuve en ‘la zona’ desde el 78 hasta el 81, y cargaba con el lastre de esa vida tan intensa, del que tenía que ir descargándome. Lo intenté hacer en los cuentos del 82, después en la novela del 91, A cierto lado de la sangre, y después en la otra novela de 2003, El dedo índice de Mao, pero todavía seguía vivo. En esta ya no había eso; lo que me interesaba era el personaje. Tantos años me han servido para que sean personajes y escenarios los que le muestren al lector lo que quiero decir.
A pesar de que usted vivió esa época y esa militancia de una manera tan personal, la novela tiene un subtexto en donde usted se burla, muy a su manera, de todo aquello.
Sí. Aunque en realidad lo que trato es de quitarle solemnidad. He tenido que luchar toda la vida contra la solemnidad.
Las líneas de pensamiento político de la izquierda son como iglesias. Incluso hay palabras que no se pueden mencionar. Por ejemplo: “combinar las formas de lucha” es del partido comunista. ¿Y quiénes son ellos? Los prosoviéticos. Entonces ninguno que haya leído a Mao Tse-tung, un prochino, puede decir “combinar las formas de lucha”, ni se puede equivocar cuando menciona a un autor. En esa época se endiosaba a Stalin. ¿Vos podés creer que fuera posible endiosar a semejante tirano? Y todo eso se hacía porque la línea correcta decía que había que admirar a Stalin, de quien, incluso, se decía que había matado a muy poquitos. Que se le quedó mucha gente viva [se ríe]. Estábamos locos. En esa época yo no me burlaba de nada de eso, pero con el tiempo he adquirido el derecho a ver las cosas en perspectiva y ahora pienso “cómo éramos de bobos”. Así que vale la pena burlarse de uno mismo y me sirve para exorcizar. Me deja muy tranquilo no sentir odio sino cariño por todo eso. Escribir desde el cariño libera mucho.
Soñamos que vendrían por el mar se desarrolla en un época bastante conflictiva. Se menciona, incluso, el estatuto de seguridad y hay varios personajes que mueren. Sin embargo, esta no es una novela violenta o sobre la violencia. ¿Cómo evitar esa tentación de narrar lo truculento?
Es cierto, la historia es todo lo contrario al momento de la acción. Tal vez es porque en realidad esta novela es el prólogo a una guerra que pudo ser y que al final no fue. Este grupo de muchachos que narro al final no vivió la guerra… aunque luego la vivieron otros… Siempre traté de que la violencia no estuviera en primer plano, sino que fuera una referencia. La novela tiene la intención de narrar una ilusión, y una ilusión no se cuenta con disparos ni con sangre, sino muy desde el alma. Desde los vivos.
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La pasada noche del 13 de octubre, el tímido Juan Diego Mejía pensó que nadie iría a verlo presentar el libro. Desde las 4:00 de la tarde era un alma en pena. Quienes le dieron la mano dijeron que estaba helado. Pero la sala se llenó y habló durante cerca de una hora sobre ese desencanto mayúsculo que rodea sus días como militante de izquierda y su posterior regreso a Medellín, y que a pura fuerza de artesanía, de carpintear frases, transmutó en una bella novela.
Tal vez, al igual que con su timidez, tras mucha lucha interna, el autor ha llegado finalmente a buenos términos con su propio pasado.
*Periodista y fotógrafo. 
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Tomado de; https://www.revistaarcadia.com/impresa/literatura/articulo/sonamos-que-vendrian-por-el-mar-de-juan-diego-mejia/57237

jueves, 4 de octubre de 2018

¿Burro muere en accidente aéreo? pieza de mes que realiza la Casa Museo Alfonso López Pumarejo

 En las piezas de mes que realiza la Casa Museo Alfonso López Pumarejo, el tema fue, "¿Burro muere en accidente aéreo?. contó con el apoyo del biólogo Luis Enrique Larrota y el arquitecto Rodrigo Valencia Bonilla.
Todo giro del famoso accidente aéreo que hubo en la década de los cuarenta del siglo XX , donde un joven piloto alardeando con su nave a la novia, por volar bajo, se estrello contra un árbol cerca a la cuesta de San Francisco y cayo sobre un burro..
La charla fue amena, divertida  e interesante. Agradecemos a Felipe Lozano, director de la Casa Museo, por la amable invitación, he aqui un reportaje gráfico del evento.
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Fotografías. Tiberio Murcia Godoy

José Asunción Suárez Niño, historiador y genealogista visita la Casa Museo Alfonso López Pumarejo

 Posando junto al busto de Alfonso López Pumarejo
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Como un turista más, visito nuestro amigo historiador José Asunción Suárez Niño, la Casa Museo Alfonso López Pumarejo. Museo de uno de los presidentes mas notables de la República de Colombia, por todo lo social que fue su administración.
Acompañemos a José Asunción en su visita.
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 Con Felipe Lozano, director de la casa museo,y Yilmar J. Amaya, vocal del CHH.

A la entrada de la Casa Museo Alonso López Pumarejo.
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El CHH, agradece la visita del Maestro José Asunción a nuestra ciudad de Honda.Y quedamos a la espera del documento, donde narran que  su tatarabuelo, el General Francisco de Paula Santander  fue padre de un chico , producto de la juventud con una hondana.
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Fotografías. Tiberio Murcia Godoy

José Asunción Suárez Niño, historiador y genealogista visita la Institución Educativa General Santander en sus 124 años

 José Asunción Suarez Niño
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Para el Centro de Historia de Honda ,fue muy grata la presencia del historiador y genealogista José Asunción Suárez Niño, tataranieto del General Francisco de Paula Santander, en el evento dela semana cultural de  los 124 años de la Institución educativa General Santander.
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 Al lado de la busto del General Santander
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 Con el vocal del CHH, Yilma J. Amaya P
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 Con los futuros Santanderistas
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 Santander
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Aquí junto con el secretario general del CHH, Tiberio Murcia Godoy, Santander Edward Andrey Rubio Orozco y el vocal del CHH, Yilmar Javier Amaya Perdomo.
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Gracias Maestro porla visita